ANÁLISIS GEOPOLITICO DE EUROPA EN EL ASPECTO GEOGRÁFICO, SOCIAL, ECONÓMICO, POLÍTICO Y ESTRATÉGICO.
ANÁLISIS GEOPOLITICO DE EUROPA EN EL
ASPECTO GEOGRÁFICO, SOCIAL, ECONÓMICO, POLÍTICO Y ESTRATÉGICO.
ASPECTO GEOGRÁFICO
Europa no es una isla continental aislada por océanos. Es el extremo
occidental de la gigantesca masa de tierra de Eurasia. Europa del este, Medio
Oriente y el norte de África son sus vecinos directos, y este vecindario
inestable plantea los mayores riesgos para la seguridad de Europa , aún así, en
su territorio están ubicados algunos de los países más avanzados del mundo.
Se destacan Alemania, Francia, Inglaterra e Italia como
grandes potencias de primera fila, seguidos de países
industrializados o potencias de segunda fila como Portugal, España, los
países nórdicos y bajos; en una tercera categoría se puede incluir a las
naciones que estuvieron bajo la cortina de hierro, países que hoy hacen
grandes esfuerzos para competir y situarse en los niveles
de desarrollo medio del capitalismo global.
Europa posee altas montañas, que le posibilitan todos los climas; grandes y
fértiles llanuras, que favorecen el desarrollo de
la industria ganadera y agrícola a gran escala -representa
el 65 % del área total del continente-, elemento que hace de este continente el
mayor productor de agroindustria del mundo. Siendo Francia la
segunda potencia en esta rama
La combinación relieve-clima ha favorecido en forma notable que
haya una gran densidad poblacional, casi la cuarta parte de
la población mundial vive en Europa. Tiene la mayor cantidad de
golfos, penínsulas y por supuesto el mayor número de puertos sobre los mares.
Hecho que favorece la navegación y el contacto con todo el resto del mundo.
ASPECTO SOCIAL
En el aspecto social Europa es un continente que representa la pluralidad por
la enorme variedad étnica, cultural que tiene; aún así, ha sido escenario de
dos grandes confrontaciones bélicas, ha tenido todas las formas
y sistemas de gobierno, y a través, del colonialismo se apoderó
de buena parte del resto del mundo. Como resultado de sus ambiciones imperiales
desencadenó dos terribles guerras mundiales que arruinaron su
propia economía. Como resultado de este conflicto, se consolidó a
mediados del siglo XX, un nuevo orden económico, orientado por los Estados
Unidos, y disputado por la ex Unión Soviética.
ASPECTO ECONÓMICO
Con el nuevo orden económico,
orientado por los Estados Unidos, y disputado por la ex Unión Soviética.
Europa perdió el liderazgo económico y político frente a el
mundo, y en estas nuevas condiciones, quedo postrada en el centro de un nuevo
escenario determinado por dos grandes superpotencias militares: por un lado los
Estados Unidos de Norte América y por el otro Rusia.
ASPECTO POLÍTICO
Europa debe lidiar
con una Rusia que vuelve a perseguir una política de gran potencia y
comete casi los mismos errores que la Unión Soviética, que dependía igualmente
del autoritarismo para intentar reconciliar las ambiciones de una superpotencia
militar con la realidad de una economía moderadamente desarrollada y
escasamente modernizada. Rusia es el vecino de Europa, lo que implica que
un modus vivendi es esencial. Al mismo tiempo, las ambiciones
geopolíticas de Rusia la convierten en una amenaza continua para la seguridad
de Europa. Por ese motivo, una fuerte relación transatlántica sigue siendo
indispensable para Europa, como lo es el resurgimiento de sus propias
capacidades de disuasión
Europa actualmente está persiguiendo una política para
con China -la potencia mundial emergente del siglo XXI- que se basa en una
combinación poco realista e inconsistente de preocupación por los derechos
humanos y por las ganancias corporativas. Aquí también Europa debe demostrar
una conciencia mucho más profunda de los riesgos geopolíticos y de cuáles son
sus mejores intereses.
China, situada en el extremo oriental de Eurasia, está
planeando reabrir la Ruta de la Seda continental a través de Asia central y
Rusia en dirección a Europa. La explicación pragmática para este gigantesco
proyecto estratégico (con un volumen de inversión de unos 3 billones de
dólares) es la necesidad de desarrollar la región occidental de China, que
hasta el momento se ha beneficiado poco del éxito económico de las regiones
costeras. En la realidad, en cambio, el proyecto es de suma importancia,
principalmente en términos geopolíticos: China, una potencia terrestre, quiere
desafiar la potencial influencia económica y política de Estados Unidos, una
potencia naval, en Eurasia
Mientras tanto, la crisis de refugiados resalta la enorme
importancia para Europa de la Península balcánica (incluida Grecia), que es el
puente terrestre al Cercano Oriente y a Medio Oriente. En este sentido, Turquía
es aún más importante para los intereses europeos. Los líderes europeos hicieron
un cálculo profundamente erróneo al inicio de las conversaciones de
incorporación de Turquía a la UE, creyendo que los vínculos estrechos harían de
los conflictos de Oriente Medio un problema de Europa. Como demuestra la
experiencia actual, a falta de vínculos firmes con Turquía, la influencia de
Europa en la región y más allá -desde el Mar Negro hasta Asia central- es
prácticamente nula.
ASPECTO ESTRATÉGICO
El potencial para una influencia europea en Medio Oriente
sigue siendo bajo, y la región continuará siendo peligrosa en el largo plazo.
En verdad, Europa debería evitar tomar partido en el conflicto entre los
chiitas y los sunitas o entre Irán y Arabia Saudita. Por el contrario, los
intereses de Europa estarían mejor defendidos si adoptara un curso de
ambigüedad estratégica.
Sin embargo, esto no es válido en el Mediterráneo
oriental. De hecho, toda la región del Mediterráneo, incluida la costa
estratégicamente ubicada del norte de África, juega un papel crucial en los
cálculos de seguridad de Europa. La elección es entre un mare nostrum o
una región de inestabilidad e inseguridad.
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