16 DE JUNIO DIA INTERNACIONAL DE LAS REMESAS FAMILIARES

El Día Internacional de las Remesas Familiares, que se celebra cada 16 de junio, está orientado a reconocer la importante contribución financiera de los trabajadores migrantes al bienestar de sus familias en sus lugares de origen y al desarrollo sostenible de sus países. También tiene como propósito alentar a los sectores público y privado y a la sociedad civil a hacer más y a colaborar para que esos fondos tengan el mayor impacto en los países en desarrollo.

El IDFR fue proclamado unánimemente por los 176 Estados miembros del Consejo de Administración del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) en su 38º periodo de sesiones en febrero de 2015, y adoptada por la Asamblea General en Junio de 2018.

En septiembre de 2015, las Naciones Unidas hicieron un llamamiento a la acción para erradicar la pobreza y el hambre, y reducir las desigualdades sociales y económicas en cualquiera de sus formas en el documento conocido como la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Este compromiso adquirido por los 193 Estados Miembros reafirma la necesidad de alcanzar 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) específicos para el 2030.

Unos 200 millones de familias que envían remesas forman ya parte de esta iniciativa. Suscriben muchos de los ODS y contribuyen a alcanzarlos con su vida diaria y sus aspiraciones futuras. Estas familias intentan lograr sus propios objetivos individuales: reducir la pobreza, mejorar la salud y la nutrición, las opciones educativas, la vivienda y el saneamiento, la actividad empresarial, etc. También pueden hacer frente a la incertidumbre mediante el ahorro y adquiriendo bienes para asegurarse un futuro más estable.

La relación entre la cantidad de remesas y la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible es evidente: 1000 millones de emisores y receptores y una cantidad estimada de 6,5 billones de dólares USD en remesas que se enviarán a países de bajos o medianos ingresos entre 2015 y 2030.

Estos recursos son transacciones financieras privadas entre familiares, es decir, se trata de su dinero, con el que intentan alcanzar sus propios objetivos. Pero el beneficio potencial de las remesas solo se puede alcanzar con prioridades y políticas públicas coherentes, además de iniciativas de la sociedad civil y el sector privado.

En este contexto, los ODS brinda una oportunidad única en la que convergen los objetivos de las remesas familiares, las estrategias del sector privado para abrir mercados nuevos y el papel tradicional de la sociedad civil para fomentar cambios positivos.

Por ejemplo, mejorar los marcos jurídicos y regulatorios puede crear entornos competitivos que reduzcan los costes de las transaciones, apoyar la inclusión financiera de las remesas aumentaría el ahorro y la inversión, y fomentar las iniciativas del sector privado que tienen por objetivo que estas familias abran sus cuentas y se conviertan en clientes beneficiaría a familias y comunidades.

Según las estimaciones actuales, el 75 por ciento de las remesas se dedican a cubrir necesidades básicas, y el 25 restante (más de 100 000 millones de dólares USD al año) se destina a otros propósitos. Si tuvieran la oportunidad, estas familias ahorrarían o invertirían más en función de sus circunstancias y objetivos. Es más, si pudieran invertir en el capital humano de los miembros de sus familias a través de la educación, la salud y la vivienda, las vidas de estas familias mejorarían notablemente.

Resumiendo, si las familias que reciben las remesas dispusieran de mejores oportunidades y más opciones para usar su dinero de manera productiva, la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible se vería favorecida.

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